
Seguro que alguna vez has oído hablar de la glándula tiroides ya sea en tu época de estudiante cuando te hablaron de la importancia que tiene esta glándula en nuestro cuerpo o quizás algún familiar o conocido tuyo padece hipotiroidismo o hipertiroidismo y te suena de eso.
La tiroides se localiza en nuestro cuello y es una gran fábrica de hormonas que controlan muchos de los procesos de nuestro organismo, el metabolismo del mismo y otras muchas cosas.
Hoy os vamos a hablar de la Tiroiditis, un trastorno bastante frecuente con el que nos referimos a la inflamación de la tiroides y que puede tener varias causas y provocar diversos y serios problemas de salud si no se trata.
Causas de tiroiditis.
La tiroiditis es una enfermedad de carácter principalmente autoinmune, es decir nuestro organismo produce anticuerpos que atacan a la glándula tiroides y esta comienza a inflamarse y a producirse daños en ella. Se desconoce por qué ocurre esto, pero si se ha observado que hay familias donde se dan más casos y por lo tanto se sospecha de que al menos hay un factor genético y hereditario en juego. Además de esto, también se sabe que ciertos tipos de tiroiditis son provocados por virus y bacterias y que algunos medicamentos y la exposición a radiación también pueden provocar inflamación y daños de la glándula tiroides.
Tipos de tiroiditis.
Básicamente existen tres tipos de tiroiditis que son la tiroiditis de Hashimoto que es crónica y permanente, la tiroiditis subaguda que suele durar unos meses y se sospecha es de origen vírico y la tiroiditis aguda que es de caracter infeccioso y normalmente remite al desaparecer la infección. En realidad hay unos cuantos subtipos y tipos más pero estas son las principales.
Síntomas de tiroiditis.
La tiroiditis en si misma no tiene unos síntomas específicos que podamos decir son exclusivos de ella, pero es una enfermedad que acaba provocando la destrucción de células tiroideas y eso trae consecuencias. Dependiendo de la velocidad a la que se destruyen esas células los síntomas que provoca se parecerán a los del hipotiroidismo o a los del hipertiroidismo.
Cuando la destrucción celular es lenta se genera menos hormona tiroidea y los síntomas se parecen mucho a los del hipotiroidismo, esto es, aumento de peso, estreñimiento, sequedad en la piel, dolores musculares, depresiones, etc.
Si por el contrario la destrucción celular es más rápida, la cantidad de hormona tiroidea en sangre se dispara y los síntomas serían los del hipertiroidismo. O sea, experimentaríamos disminución de peso, podríamos sentir ansiedad, irritabilidad, palpitaciones, insomnio, fatiga, debilidad muscular e incluso temblores.
Tratamiento para la tiroiditis.
Dependiendo del tipo de tiroiditis y la causa que lo origina, el tratamiento y su evolución pueden ser diferentes. Por ejemplo en el caso de tiroiditis provocadas por drogas y medicamentos, la interrupción de su consumo o administración normalmente hace que la tiroiditis se cure, mientras que en las tiroiditis provocadas por radiación el hipotiroidismo asociado suele ser para toda la vida ya pese a interrumpir la radiación. Por lo tanto los tratamientos y remedios muchas veces van encaminados a tratar más bien el hipotiroidismo o el hipertiroidismo que provocó la tiroiditis y suelen ser tratamientos temporales hasta que los niveles de hormonas se regulen o surjan nuevos brotes. Si la tiroiditis produce dolor en la zona del cuello por haber mucha inflamación, también se pueden recetar analgésicos y antiinflamatorios.
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