
El bichito que veis en la imagen que acompaña este artículo se llama Helicobacter Pylori, es de tamaño microscópico y hoy queremos que aprendas unas cuantas cosas sobre el porque quizás esté dentro tuyo, en tu estómago.
¿Qué es Helicobacter Pylori y qué consecuencias puede tener para tu salud? Helicobacter Pylori es una bacteria y como sabrás, las bacterias son responsables de buena parte de las enfermedades y trastornos que afectan a las personas. H. Pylori no es una excepción y la infección por Helicobacter puede provocar varios tipos de úlceras (casi siempre está detrás de la úlcera péptica), gastritis e incluso cáncer de estómago ya que la mucosa gástrica es su lugar favorito.
Como curiosidad deciros que antes de su descubrimiento se pensaba que ningún organismo sería capaz de subsistir en un medio tan ácido y hostil para la vida como es el interior de nuestro estómago, pero el Helicobacter si puede, siendo a día de hoy el único organismo vivo capaz de colonizar el estómago, que nosotros sepamos. Su nombre se debe a la forma tan peculiar que tiene que le permite perforar el epitelio estomacal como si de un tornillo se tratase.
Por desgracia la infección por H. Pylori es muy común y se estima que la mitad de la población mundial está infectada, siendo la incidencia mucho mayor en los países más pobres. Lo más habitual es que la infección se produzca durante la infancia al consumir agua o alimentos contaminados con la bacteria, momento en el que la bacteria llega por primera vez a la mucosa del estomago para quedarse.
Síntomas de Helicobacter Pylori
En algunos pacientes la infección por H. Pylori es completamente asintomática es decir, sin síntomas, pero lo normal es que si los haya, por eso os vamos a explicar cuales son los síntomas más característicos del Helicobacter.
Cuando la bacteria coloniza el estomago, las sustancias que segrega y el daño que provoca en la mucosa hacen que la digestión de los alimentos no sea tan provechosa como debiera, con lo que pueden darse casos de anemia, debilidad pese a comer, en los niños desnutrición y puede afectar a su desarrollo y crecimiento. Cuando aparecen las úlceras, con ellas llega la acidez, ardor, nauseas que pueden ser más o menos fuertes, ganas de vomitar, más gases, eructos, dolores abdominales y otros síntomas que generalmente se acentúan cuando se acerca la hora de comer o justo después de comer.
Tratamiento del Helicobacter Pylori
Cuando se ha hecho el diagnostico y los test de Helicobacter P. han dado positivo es hora de comenzar con el tratamiento, especialmente si produce síntomas en el paciente. Hay varias alternativas de tratamiento, pero lo habitual es combinar varios antibióticos como claritromicina, tetraciclina y amoxicilina con omeprazol durante varios días, normalmente 10. A esto se le conoce como triple terapia.
Si esto no es suficiente porque las cepas presentes ofrezcan resistencia, otra opción habitual es utilizar durante dos semanas un cóctel más fuerte a base de metronidazol, tetraciclina y bismuto coloidal combinados con un inhibidor como el omeprazol, a esto es lo que se conoce como cuádruple terapia.
Es importante diagnosticar y tratar adecuadamente a los pacientes con H. Pylori pues se ha demostrado que también está detrás de muchos casos de cáncer gástrico además de las úlceras gástricas.
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